La Rioja Baja
Tu visita a Calahorra puede ir mucho más allá de sus calles históricas, museos y gastronomía. La ciudad es, además, la puerta de entrada perfecta para recorrer La Rioja Baja, una comarca llena de pequeños pueblos con encanto, rodeados de viñedos, paisajes singulares y un valioso patrimonio cultural.
A pocos kilómetros de Calahorra se extienden bonitos pueblos que se convierten en el complemento perfecto para tu escapada. Son destinos llenos de historia, tradición y paisajes que invitan a descubrir sus rincones más emblemáticos y a vivir experiencias únicas. Porque visitar Calahorra es también abrir la puerta a todo lo que La Rioja Baja ofrece a su alrededor.
Arnedillo
Arnedillo se ubica en el Alto Valle del río Cidacos, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2003. A 651 metros de altitud y con una superficie de 48 km², forma parte de la comarca de Arnedo y se encuentra a 62 km de Logroño y 27 km de Calahorra. Su entorno, en el que destacan Peña Isasa, Peñalmonte y las Peñas de Arnedillo, está integrado en la Red Natura 2000, ofreciendo paisajes de gran valor ecológico y rutas de montaña. Los primeros testimonios de la villa aparecen en la Edad Media: el conde Fernán González la citaba en el siglo X como Arnietello. Desde 1170 fue villa realenga por privilegio del rey Alfonso VII. Hoy, Arnedillo es conocido por sus aguas termales y su entorno natural privilegiado.

Aguas termales
Arnedillo es famoso por sus aguas termales de carácter minero-medicinal, ricas en cloruros, sulfatos, calcio, magnesio, hierro, silicio y rubidio. Son hipertermales y ligeramente radiactivas, con una temperatura de origen de 52,5 °C, y brotan junto al río Cidacos.

Cuevas del Ajedrezado
Este precioso lugar destaca por su valor cultural e histórico en el valle del Cidacos. Situadas en una repisa natural de la montaña de Santa Eulalia Somera, presentan nichos tallados que se extienden del suelo al techo, formando un sorprendente ajedrezado casi perfecto.
